lunes, 16 de febrero de 2015

Dominadores de los de antes


Cuando leí el artículo de Carme Chaparro sobre la película que tanto está dando que hablar estas últimas semanas, no pude evitar acordarme de otro Don Juan, otro canalla, otro acosador nato del séptimo arte como fue el Valmont de John Malkovich de 'Las Amistades Peligrosas'. Ahora lo mismo llega quien dice que la película de Stephen Frears en realidad no mola y que todo es producto del recuerdo distorsionado de mi mente con esto de las modas y como cambian las aguas, pero en su momento las artimañas para seducir a jóvenes vulnerables de aquel ser ruin y despreciable al que tan carismáticamente daba vida daba Malkovich me dejó huella, de la misma forma que lo dejaron la vil Glenn Close, Michelle Pfeiffer y una Uma Thurman que... bueno, dejémoslo en que tanto ella como yo estábamos en la flor de la juventud (milagros de la magia del cine). El caso es que -fustas y correajes aparte-, quizás no haya mucha diferencia entre aquel depredador sexual feroz, absorbente, asfixiante y sin contemplaciones del siglo XVIII. Ninguna salvo todo el tratamiento, claro, ya que en la de Frears Valmont terminaba siendo un desgraciado responsable tanto de su propia tragedia como la de sus seres amados. Ahora el cuento es muy distinto y se ha optado por convertir en historia de amor idílica con final feliz a lo que ya en 1782 se presentaba como una villanía. Da que pensar. La película, obviamente es 'Pepa Pipa Pig y Otras Chicas del montón'. Que tampoco es plan de darle más bombo al film, pero enlacemos al menos el artículo de origen.

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