miércoles, 1 de julio de 2015

La mecánica del poder


A pesar de tener la cinta clásica de John Frankenheimer entre mis tareas pendientes, siempre he tenido un gran aprecio por el remake de 'El Mensajero del Miedo' firmada por Jonathan Demme. El director de 'El Silencio de los Corderos' tomó lo que con toda probabilidad es una de esas historias que nunca dejan de ser actuales y que deberían ser recuperadas cada x años, para recordar que nos mantengamos vigilantes frente a la podredumbre que anida en esas esferas más allá del poder visible. En las circunstancias que nos encontramos, Paramount Channel no podría haber elegido mejor momento para emitirla.

Perversa y malsana, 'The Manchurian Candidate' podría ser una aterradora distopia futurista si no fuera por lo que todo lo que ocurre sucede en tiempo real. Una angustiosa pesadilla de la que no puedes despertarte, y que acecha en cada esquina con forma de banderas y promesas electorales. Colorida fachada para una maquinaria hambrienta de poder que se alimenta de humanidad y lo aniquila todo a su paso, Demme supo construir una atmósfera ponzoñosa de la que no hay escape posible, en torno a un grupo de ex-combatientes unidos a través de unos tormentosos sueños, demasiado terribles como para poder asumirlos como ciertos.

Con sus primeros planos más allá de la comodidad del espacio personal y la sibilina banda sonora de Rachel Portman, el veneno de 'El Mensajero del Miedo' se extiende por todas partes, en la que debería ser la plantilla base para cualquier adaptación de 'Arma-X' que se precie. La penetrante mirada de una mujer islámica de rostro tatuado, cirujanos sonrientes que aparecen de la nada, paredes corrientes que se abren como fauces para engullirnos en sus asépticas entrañas... Solo basta una llamada, y la balsa de aceite de lo que damos por cierto se disipa, dejándonos a merced de aguas negras infestadas de pirañas. 


Denzel Washington prestó la cercanía de su percha de hombre integró para un juguete roto que ni siquiera era consciente de serlo, mientras que la frialdad inexpresiva de Liev Schreiber y una descomunal Meryl Streep hicieron el resto. Con Joe Wright al borde de la esquizofrenia, los infinitos ojos azules de Vera Farmiga y John Voight y Roger Corman aportando una falsa sensación de respetabilidad, 'El Mensajero del Miedo' es una de esas cintas que conviene tener siempre cerca. Más ahora que nunca, para no olvidar de donde mora el verdadero peligro.

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