miércoles, 4 de noviembre de 2015

La Visión, melodías de una vida plástica


Si tuviéramos que hacer una lista con los guionista más interesantes y con mejor proyección de la actualidad, podríamos hablar de nombres como Simon Spurrier, Mark Russell o Nick Spencer. Pero lo que sería delito capital es dejar fuera de esta lista a Tom King, quien tras dejar atrás su carrera como agente de la CIA está labrándose una interesante carrera como guionista de cómics con trabajos de 'Grayson' u 'Omega Men'. En su debut en Marvel Comics con la nueva serie de 'La Visión', King se alía con Gabriel Hernández Walta para darle un vuelco al estatus del sintezoide, después del giro que diese su vida en el número #0 de 'Los Vengadores'.

Desligado de su memoria emocional, Visión se nos presenta como nuevo enlace de los héroes más poderosos de la Tierra con la Casa Blanca, reubicándose en una idílica zona residencial del estado de Virginial. Acompañado por una modélica familia tan sintética como él mismo, juntos conforman un cuadro puramente rockwelliano, o lo que equivaldría sustituir a los humanos por crash dummies en la obra del ilustrador de la edad dorada de los Estados Unidos.

Escena habitual dentro de las familias sintéticas

Sin apenas elementos del género de superhéroes -hasta el punto de resultar más próxima a la ciencia ficción que a lo habitual en el catálogo Marvel-, hay algo perverso y asfixiante en los guiones de este primer número de Visión, haciendo que cada uno de los gélidos cuadros y globos de texto resuene como una desesperada llamada de auxilio. De ojos muertos y reluciente belleza aséptica en sus carcasas plásticas, la experiencia del primer número de Visión no dista demasiado a la de ese insoportable horror de abismal vacío del silencio.

 Los adolescentes sintéticos tienen por costumbre 
vivir conectados a infinidad de medios electrónicos

Un vacío perpetuo y sin posibilidad de escape que acaricia con sus fauces a Visión y su familia en su búsqueda de sentirse humanos. Una búsqueda en la que tratan de dar sentido al caos ilógico que es la vida mientras simulan emociones, rodean sus vidas de datos inservibles y pretenden que rituales como la interacción social, el trabajo o ir a la escuela sirven realmente para algo. Bien podrían ser sintezoides tratando escapar angustiosamente de su naturaleza hueca y artificial, como podríamos ser nosotros mismos. Para acompañar su disfrute, que menos que una pequeña banda sonora recomendada con Kraftwerk, Air y Röyksopp entre otros musicólogos que todavía no sean capaces de explicarse por en no hay nada en un vaso zennlaviano.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado la serie de Visión. Esa historia que se centra en el lado más psicólogico del personaje y su familia, dejando de lado la importancia del superhéroe para centrarnos en la psique de un ser más allá de una máquina o ser humano. Además, el punto de vista del narrador omnisciente haciendo el papel de pensamientos y quebradores de cabeza de Visión me parece suprema. Tom King es un grande se mire por donde se mire. Y todo esto sin decir que me declaro fan de Walta. En resumen, una gran entrada para un gran número #1.
    Si no te importa, te voy a hacer publicidad en mi entrada, que la voy a escribir ahora mismo.
    PD1: ¡Grande poniendo a Kraftwerk y su "We are the robots"!
    PD2: Pese a decir casi lo mismo en la reseña de Ant-Man, he de decir que lo tenía escrito desde el Jueves. Fue todo mera coincidencia. Y sí, te leo siempre aunque no comente xD. Like a voyeur.
    ¡Un abrazaco!

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    1. Muy de acuerdo en todo, Joe. Aunque más que en la psique diría más bien que lo que se centra es en la alienación humana, que no en vano Visión ha llegado con un conveniente "reseteo" para encajar en la aproximación de King. Y sí, desde luego la narración de King es absorbente como ella sola, rompiendo la linealidad y sabiendo hacer que cada entonación y estructuración de frase sirva como choque de emociones aun en su gélida apariencia. Todo un honor por lo demás que cites como también lo fue con lo de la Chica Ardilla, faltaría más. Y ojo, que me expliqué mal. Mis líneas del Hombre Hormiga las escribí después de que vosotros publicaséis vuestro post. Lo que me hizo gracia es que sin haber leído el vuestro aun en esos momentos, terminase escribiendo lo mismo xD Como dices, las divertidas coincidencias que a veces deja la vida, aunque también pueda tener mucho que ver la eficacia de Spencer para transmitir lo que busca. Gracias por tus palabras, y un placer leerte, como de costumbre. Otro abrazo desde aquí

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