domingo, 31 de enero de 2016

La Chica Ardilla contra Hanna Barbera


La misma semana que Warner y DC Comics anunciaban el relanzamiento de los personajes de Hanna Barbera con un pelotón de nuevas colecciones a cargo de gente como Mark Russell, Jeff Parker, Evan Shaner o Jim Lee, Ryan North y Erica Henderson se adelantaban con uno de esos tantos guiños geniales que hacen gande a su 'Imbatible Chica Ardilla'. Ubicados en la cuarta entrega del segundo volumen de las aventuras en solitario de Doreen Green, la superheroína más determinada y absurdamente optimista continúa en su cruzada contra lo que a día de hoy podemos referirnos como la versión buena de la 'Secret Wars'. ¿Qué clase de líder supremo de marca blanca nos ha ofrecido Jonathan Hickman en su saga cuando ni siquiera tuvo la decencia de renombrar todas y cada una de las instituciones y localizaciones emblemáticas del mundo en su honor? El Sidney's DOOM House (featuring opera)” reflejado en la Doompedia acaba de entrar muy alto en el top de fechorías del eterno rival de los Cuatro Fantásticos.


Eso ya solo para empezar, en un cómic que además de incluir splash page en honor del '¿Dónde esta Wally?' de Martin Handford, confirma la fantástica adición que ha sido Mary para la serie -si esto no es la base para crear a la archienemiga perfecta de la Chica Ardilla, nada lo es-, sabe entender a la perfección que cualquiera que aspire a cursar vocacionalmente una carrera como informático de sistemas solo lo hace para conseguir bombas nucleares (y si no demasiados lo hacen, es solo por falta de fondos), nos señala cual debería ser nuestro tipo favorito de pulso y nos deja echar un vistazo al indiscutiblemente brillante código de programación del Doctor Muerte. Ser capaz de reflejar -sin sarcasmo de ningún tipo- impecablemente el carácter del villano Marvel por excelencia en un cómic de disparatado corte satírico ya debería ser digno de aplauso, si no es que nos hemos rendido antes frente al plan prioritario de la protagonista para intentar derrotar a Muerte ¡Dinosaurios!


Cualquiera de estas secuencias podría servir para revalidar el título de la serie de North y Henderson como una de las más desquiciadamente hilarantes de la actualidad. Sin embargo, donde ya han terminado por hacerme claudicar frente la insana brillantez ridícula de su Chica Ardilla es cuando esta decide espiar a su enemigo, decidiendo hacerlo de la única forma que Doreen sabe: Con clase. Gabardina tradicional y un chambergo de color violeta incrustado hasta donde son necesarias dos aperturas en forma de gafa para poder ver, algo se disparó automáticamente en las más lejanas memorias de mi infancia, conduciéndome tras una búsqueda por Google corroborada a través de Tumblr a Hanna Barbera y las palabras “Ardilla Secreta”. Y aunque seguramente suene redundante, solo puedo quitarme el sombrero, North y Henderson. Solo puedo quitarme el sombrero.

Para una segunda opinión, consultar el Tumblr de Battledoll.

2 comentarios:

  1. Solo por un guiño tan rebuscado (o tan nostálgico) ya la serie merece la pena. Cómo se disfruta Marvel cuando sabe cuándo tiene que tomarse en serio y cuándo no. Genial el texto como siempre, Daniel.

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    1. Gracias igualmente por tus palabras, Carlos. Un placer como siempre

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