martes, 1 de marzo de 2016

Saoirse Ronan en 10 películas


Resaca de los Oscars. La entrega de premios fue hace dos días y todo lo que queda es un amasijo de bolsas infladas, restos de galletas y algún desecho de la aglomeración humana donde antes había pompa y cine. La gente vuelve a su cotidianidad dejando atrás la gala menos seguida de los últimos siete años, y nada de lo que tenga que ver con las películas nominadas importa lo más mínimo aparte de si ha salido un nuevo meme de Leonardo DiCaprio o cualquier otra anécdota que se haya convertido en viral. En mi caso tuve la oportunidad de ver una de las grandes perdedoras de la noche ('Brooklyn'), y aunque el protocolo seguramente dicte que toda película anterior a ese día cero que es hoy 1 de marzo -día en el que debemos pasar página para comenzar a pensar en los Oscars que nos vienen- me apecía dedicar unas líneas a sus protagonista Saoirse Ronan.

Nominada por segunda vez en su carrera, siempre he tenido cierta simpatía por esta joven actriz neoyorquina de origen irlandés a la que prácticamente he visto crecer durante los últimos nueve años. Como a esa prima lejana a la que vez madurar hasta convertirse en una mujer de provecho con todos los aciertos y traspieses del camino, no terminaría a atreverme a decir que es una gran actriz, pero si que es lo suficientemente buena como para haber dejado un puñado de actuaciones mñas que meritorias.

Sin embargo, su gran virtud es la de haber conseguido que todas y cada una de las pelícuas suyas que he visto me hayan dejado una marcada impronta, a veces para bien y otras para mal, pero casi siempre por ella. Volviendo a casa de vacío tras codearse con grandes de la talla de Cate Blanchett y Charlotte Rampling y las oscarizadas Jennifer Lawrence y Brie Larson, mucho se tendría que torcer su porvenir para que a la joven actriz de 21 años no le espere un prometedor futuro. Recordando algunos de sus paples más memorables, aquí va un pequeño resumen de las películas de Saoirse Ronan con detalles absolutamente triviales y otros más trascendentales que hicieron que me fijara en aquella chica de ojos azul cristalino:

Empezamos mal (o no): Dentro de mi relación de amor y odio con el cine de Joe Wright no hay película que aborrezca más que Expiación, más allá de la pasión. Ni siquiera el aprecio que tengo por sus protagonistas me hace guardar la más mínima compasión por esta absoluta vacuidad esteta -no me tiréis de la lengua con el dichoso plano secuencia...-, siendo el personaje de ella de lo poco que guardo cierta complicidad. ¿Por qué? Me temo que por razones completamente mezquinas y egoístas que pasan porque sea ella quien joda la historia.
La actriz: A pesar de los excesos de Peter Jackson, tengo a The Lovely Bones en bastante estima, siendo el papel de Saoirse Ronan una de las principales razones. Protagonista central de esta truculenta historia de fantasmas embadurnada con una mescolanza extraña entre los lados más macabro y edulcorado del director de El Señor de los Anillos, poco bueno podría hablarse de este fastuoso film si no fuera por su habilidad para hacer veraz la tormenta de emociones que atraviesa el personaje al que da vida. La escena del baño en concreto fue probablemente el momento en el que de verdad comencé a tomármela en serio, demostrando no venirse abajo frente a retos dramáticos de semejante intensidad. Aun cojeando por cierto histrionismo made in Jackson, solo puedo aplaudir la forma en la que su incertidumbre va dejando paso a la repulsión y el odio, hasta convertirse en el horror más absoluto.
El camino: Todo lo que puedo hablar en contra del cine de Wright puedo usarlo a favor del de Peter Weir, siendo Camino a la Libertad (The Way Back) una película que disfruté como llevaba sin hacerlo desde esas grandes epopeyas de David Lean. Teniendo en este caso un papel bastante más discreto que en The Lovely Bones, quizás no destacase sobre el resto, pero si que volvió a ganarse mi complicidad con la quími entre los personajes de Saoirse Ronan y Ed Harris. Siendo algo vital al tratarse de una historia en la que los personajes se enfrentaban al desgaste físico y mental sin más apoyo que el de unos con los otros, quizás no sea la película que vaya a usar para contemplar las dotes interpretativas de Ronan en todo su esplendor, pero si que lo incluiría en el lote de lo bueno de las películas de la actriz.


El cuento de hadas: Si expiación es Top 1 en los motivos de mi aversión hacia el cine de Joe Wright, Hannah puede presumir de tener el puesto de honor (con Anna Karenina pisándole los talones). La gran diferencia es que con este film que prácticamente hace inecesario cualquier intento de llevar a cabo una película de X-23 tengo la sensación de que podría haber sido perfecto, de no ser por como las relamidas florituras el director lo intoxican todo. Una oportunidad fallida para ofrecernos la que podría haber sido la heredera de Leon el Profesional, pero que de nuevo vuelve a destacar por el papel de Saoirse Ronan abordando un personaje marcado por el contraste entre su implacable frialdad ejecutora y su experiencia emocional. Secuencias como las de la fuga o su despertar a los sentimientos humanos bien podrían incluirse entre los puntos destacados de un curriculum que demuestra que es una actriz versatil y arrojada.
En la sangre: Que el Test de Beschel siga usándose para valorar la equidad entre géneros en medios como el cine es consecuencia de que apenas haya películas que construyan grandes relaciones entre mujeres (y cuando las hay siempre sale por medio la broma de componente lésbico que nadie hizo ni con Riggs y Murtaugh ni con Andy Dufresne y Red). Y aunque a Byzantium le pillan lejos las bondades de Entrevista con el Vampiro, a esta nueva contribución de Neil Jordan a su saga de criaturas de la noche tampoco le faltan virtudes, empezando por las interpretaciones de Gemma Arterton y Saoirse Ronan en su relación como madre e hija forzadas a una vida de condenación inmortal. Toda la película gira alrededor de ellas, y desde luego saben cargarla sobre sus hombros para se la principal justificación de la obra.

El desastre: 2013 no fue especialmente bueno para Saoirse Ronan, siendo tanto el año en el que rechazó el papel como La Bruja Escarlata para aspirar a Star Wars, para luego quedarse fuera cuando J.J. Abrams y Lawrence Kasdan reescribieron El Despertar de la Fuerza. Pero además, fue el año de su batacazo con La Húesped, pudiendo haber marcado un punto de no retorno en el que su nombre se sumase a la larga lista de jóvenes interpretes marcados por Stephenie Meyer. Por suerte para ella, Saoirse Ronan sobrevivió a La Húesped. Lástima que todavía no pueda decirse lo mismo de Andrew Niccol...

La guerra en casa: El cine de novela juvenil no tiene demasiada buena fama en parte por los horrores perpetrados por la escritora mencionada arriba. A mi ya me estaban alejando como el agua bendita a Bella Lugossi desde tiempos de Harry Potter, pero tampoco se puede negar que falten muestras de que se pueda hacer cine juvenil con cierta calidad como Los Juegos del Hambre, El Juego de Ender, Nunca me abandones, Las Ventajas de ser un Marginado o Mi Vida Ahora (How I Live) de Kevin Macdonald y Ronan. En la piel de una adolescente americana díscola que es enviada con su familia a la campiña inglesa a ver si se le pasa y que de repente se ve sorprendida por la guerra -y quien habla de guerra se refiere a la @#$%& guerra en su más cruda forma-, Ronan volvió a cargar toda la cinta sobre sus hombros, en un film que a pesar de su carácter juvenil no mostraba ningún miedo a la hora de abordar los aspectos más duros de un conflicto. Pero por muy bien que lo hiciera la chica en esta ocasión, me temo que para mi quedó completamente eclipsada desde que salió con aquel pijama de My lazer kittens will destroy you que no deja de obsesionarme desde entonces.

Repostería dulce: Hubiera sido difícil implicarse en la historia de amor de Zero Moustafa en El Gran Hotel Budapest de Wes Anderson sin una actriz a la altura. Y aunque tampoco se puede decir que sea especialmente destacable sobre Saoirse Ronan aporte demasiado en lo que a actuación como Agatha, su presencia angelical rodeada de azúcar en polvo, postres de fantasía y útiles de pastelera nos hacen participes de ese apego que el joven mozo portería discípulo de Monsieur Gustav tiene por la joven a la que pretende.

La mujer: Todos los años hay entre las grandes producciones nominadas a los Oscars uno o varios films ingleses de carácter mucho más modesto a los que podríamos llamar Una Educación o Philomena, pero que muchas veces terminan siendo más interesantes que otras favoritas mucho más pomposas. Destacando por la actuación de una protagonista a la que el papel le ha llegado en el momento justo y su competente guión, 'Brooklyn' podría entrar en ese bloque como una de esas historias pequeñas que a la vez saben abordar cuestiones universales reconocibles para gente de cualquier época, género o condición. Con Saoirse Ronan entre la nostalgia de la vida que deja atrás y las nuevas oportunidades y retos que se le presentan en la nueva, cuesta no estar de su lado con ese tramo final.

De prometedora actriz adolescente a joven mujer con numerosos proyectos en marcha, antes de que suenen los créditos con este repaso a las películas de Saoirse Ronan con las que han marcado mi experiencia con su filmografía para bien y para mal, que menos que un poco de música relacionada con sus films:

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