jueves, 24 de noviembre de 2016

Recomendaciones personales para el Renacimiento DC


A punto de desembarcar con sus primeras series en España tras el hit del one-shot inicial, Renacimiento DC supone una oportunidad perfecta para subirse al carro de las diferentes colecciones que componen la editorial de Wonder Woman, Batman y Superman. Con Geoff Johns como arquitecto central y una planificación concisa concretada sobre los principales estandartes de la casa, se acabaron los experimentos extraños y los cambios aleatorios, para tratar de arreglar los desperfectos de aquello que no funcionó con los Nuevos 52, e intentar conciliar a los nuevos lectores con los de toda la vida. Apostando por potenciar las facetas más icónicas de sus diferentes personajes y recuperar todo lo perdido, no faltan las propuestas interesantes entre lo que se nos viene en cada una de sus parcelas.

Aprovechando que en su edición original varios de estos títulos están ya bastante avanzados, he decidido hacer un top en orden decreciente con las que considero son las colecciones más interesantes de un relanzamiento que hasta el momento me está dejando bastante satisfecho. Estas son las principales responsables de que así lo sea:

1) Deathstroke: Priest se está marcando la que -a título personal- es la joya del Renacimiento de DC. Claro que las mismas razones que hacen que la tenga en tal consideración hacen que no sea precisamente un cómic para todo el mundo. A contracorriente de todo, incompatible con cualquier tipo de sensibilidad o corrección política actual y con unos personajes tan disparatadamente duros y socarrones que harían que Mark Millar se debatiera entre el priapismo y que se le encojan las gónadas, uno de esos cómics que en muchas ocasiones terminas con un “pero que @#$%& acabo de leer” para luego despertarte a carcajadas a las 4 de noche cuando tu masa encefálica termina de pillarlo.
2) Superman: Nunca he sido un juan lloros de los de la cantinela del “que vuelva el Superman de siempre”. De hecho disfrute mucho de varias sagas de Greg Pak y Aaron Kuder. Pero lo que nos ofrecen aquí Peter J. Tomasi y Patrick Gleason son palabras mayores. Superman en estado puro. Aventura en estado puro. Y lo mejor es que ni siquiera se está limitando a revisitar momentos del pasado, sino que continúa adelante con el que habría sido el siguiente estatus del personaje si los Nuevos 52 no hubieran tenido lugar. Con su esposa Lois y el pequeño Jonathan Kent de vuelta, cada viñeta de esta serie destila más “Superman” que prácticamente todo lo que se haya hecho, emitido o publicado con el personaje desde la película de Richard Donner.

3) Batman: Tenía cierto miedo a como encajaría Tom King en la serie del murciélago, y no precisamente porque no me guste lo que hace -todo lo contrario- sino por ser un escritor muy poco convencional y con no demasiado recorrido como para que encajase del todo con el perfil de una serie tan mainstream. Al final es la propia rareza la que está haciendo disfrutable una etapa que -aun no destacando tanto como la Trilogía de King- sin duda ha traído un soplo de aire fresco al murciélago. La razón principal de esto, ser el primer guionista en mucho tiempo que -sin ser ningún manco- no ha llegado con la intención de hacer La etapa definitiva de BatmanTM. Si a ello añadimos un correcto David Finch, un espectacular Mikel Janin y una interesante aproximación de Batman como salvavidas en una ciudad marcada por el estrés postraumático, pocas quejas van a poder poner los seguidores del murciélago.

4) Nightwing:Tom King y Tim Seeley se labraron un nombre en las grandes gracias a su trabajo en Grayson. Muchos temían que el separarlos supondría descubrir cual de los dos era el bueno y cual se aprovechaba del tirón del otro. Giro de guión inesperado: El Nightwing de Seeley y el Batman de Tom King han terminado embarcado es una carrera sin fin por ver cual es mejor que la otra. O en otras palabras, que hemos pasado de tener una serie cojonuda a cargo del duo maravilla, a encontrarnos con dos. Una para cada mitad del dúo maravilla.
5) Wonder Woman:La princesa amazona fue uno de los personajes que mejor llevaron el paso a los Nuevos 52 con la pletórica etapa de Chiang y Azzarello. Entonces a alguien se le vino a la cabeza la palabra “Finch” y todo se fue al cuerno. Por suerte este ha sido uno de los casos en los que el genio salta una generación, y aunque la aproximación de Rucka no tiene absolutamente nada que ver con la de Azzarello, el guionista de 'Queen & Country' nos recuerda a que se debe su buen nombre, y lo bien que se le da escribir personajes femeninos. Un seria sobria y elegante como el mejor de los vinos, y con unos momentos de desarrollo de personaje que son para quitarse el sombrero y entregarle todo lo recogido a Rucka.
6) Batgirl: No voy a negar que aunque soy de los que se dejaron deslumbrar por el necesario cambio de aires que Stewart, Fletcher y Tarrs trajeron a Barbara Gordón, también me empaché pronto con toda esa efervescencia esteta tan supérflua. Con Hope Larson el optimismo sigue, pero al fin veo una Batgirl que vuelve a tener unas preocupaciones más serias que si el pintalabios le hace juego con las botas o el último #hastag trendy. No es que te vaya a cambiar la vida ni que suponga una revolución para el personaje, pero Babs anda poniéndose a prueba en circuitos orientales de MMA y Rafael Alburquerque dibuja como Dios. ¿Quér más se puede pedir?

7) All-Star Batman: John Romita Jr dibujando a Batman. Calla DC, y toma mi dinero. A Scott Snyder le tengo cierta ojeriza por algún desbarre pasado y el que no se quiera mover del sillón de Batman ni dándole con un libro de Stephen King en la cabeza. Aun así, no se puede negar que la premisa a lo Sam Peckinpah tiene gancho, y que la forma de abordar a Dos Caras es interesante. Engancha y está hecha con la clase del Snyder post Año Cero, aunque a título personal preferiría que solo hubiera una serie de batman batman.

8) Detective Comics: Nunca fui muy fan de las series semanales de Batman por las que solía pulular Ray Fawkes, pero tampoco podía negar que tenían algo que me retrotraía a esas sagas de los noventa y principios de los 2000s, en las que lo de “Batfamilia” significaba algo más que un conjunto de títulos que se aprovechan del tirón comercial del murciélago. Su etapa en Detective Comics tiene todo lo bueno de esto y muy poco de lo malo, siendo un auténtico deleite ver a Bats, Kate, Tim, Stephanie, Cassie y el resto volviendo a funcionar como una unidad, mientras se parten el lomo peleando con el extravagante crimen de Gotham. ¿La única pega? Cara de Barro. Sigo sin tragar este nuevo enfoque de Cara de Barro y todo lo que deriva de él.
9) The Flash: Por mucho que funcione genial en la serie de Grant Gustin, y seguramente lo vaya a hacer también con los rasgos de Ezra Miller, en los cómics Flash parece ser un personaje con el que cuesta dar con la tecla sin acabar escribiendo siempre lo mismo. Quizás sea cosa de que los poderes se presten más al medio audiovisual que al dibujado, pero la cuestión es que Josh Williams parece ser uno de esos pocos que sabe que contar con el corredor escarlata sin caer en lo redundante ni salirse demasiado de madre. Si a ello sumas unos dibujantes que imprimen suficiente personalidad gráfica, no es que sea la serie definitiva de Flash que le vaya a cambiar la vida a nadie, pero si un necesario soplo de aire fresco que además transmite la sensación de evolución sólida, y te deja con una amplia sonrisa de satisfacción.

Como añadidos extras, hacer mención a Green Arrow, que si bien los guiones de Benjamin Percy tampoco son nada del otro jueves, sabe ir a lo que queremos ver los fans y visualmente es sencillamente espectacular. Tampoco es que sea el mayor fan de Midnighter de Steve Orlando, pero a poco que su nueva mini-serie junto a Apollo mantega el nivel, es algo que cualquiera de los que os interese el personaje o disfrutáseis de la anterior vais a querer tener sí o sí. Sixpack y Sueldaperros hasta el momento para los completistas que nos lo pasamos como energúmenos con la anterior mini-serie de Garth Ennis. Abtenerse cualquiera que no sepa de que va la película o directamente aborreciera lo que ya había con estos personajes. La Supergirl de Steve Orlando y Brian Ching es otra con la que aun tendría que ponerme al día, pero por todo lo que tengo visto tiene todas las papeletas para gustar a los que estéis disfrutando de la serie de televisión. En cuanto a la nueva mini-serie del Vigilante de Gary Philips y Elena Casagrande, leí el primer númeo, y aunque me pareció bastante bueno y con mucha clase a nivel gráfico, estoy bastante saturado con el estilo Ed Brubaker, por lo que la tengo en standby hasta que decida si retomarla o dejarla ahí.

En general estoy bastante satisfecho con la nueva iniciativa a nivel global. No me está pareciendo tan estimulante como DC You dando que hay menos riesgo y experimentación, y si más andar por terrenos conocidos, pero también creo que transmite una solidez que a DC le hacía mucha falta. Quitando lo mucho que estoy disfrutando con Deathstroke, no hay ninguna serie del Renacimiento DC que vuelva exageradamente loco, pero sí que transmite una editorial con ideas claras que ha vuelto a saber tratar con mimo a sus personajes y -como resultado- es imposible no generar ese mismo entusiasmo por parte del lector. A pesar de que la personalidad de cada equipo creativo se ha visto atenuada frente a una visible apuesta por atenerse la mayoría de las series al patrón del estilo Johns, lo que se pierde en creatividad se gana en consistencia, recuperando una suerte de sello DC -similar al que las películas de Marvel Studios tienen entre ellas, aunque en su propio estilo a la Geoff- sumamente agradecido si eres fan de este universo.

Si a ello añadimos que para los que buscamos algo más loco e innovador tiene otras líneas como Young Animals, Vertigo, la inminente The Wild Storm de Warren Ellis o alguna que otra joya en su revisión de las añejas series de Hannah-Barbera, poca queja se puede poner, ya que en realidad han sabido balancear bien su producción entre un núcleo sólido pero a la vez lleno de vida para los que busquen una DC más clásica o arquetípica, y otra más estimulante para los que preferimos algo más de riesgo (que al fin y al cabo somos minoría). De estas otras líneas hablare otro día, de momento hepreferido centrarme en el Renacimiento DC que es lo que viene ahora, y las nueve colecciones de arriba son las que considero de lejos las más interesantes.

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